¿Qué son las Necesidades Educativas Especiales? 

Se considera que un alumno o alumna manifiesta «Necesidades Educativas Especiales» (NEE) cuando requiere, durante un periodo de su escolarización o a lo largo de toda ella, determinados apoyos y atenciones educativas por presentar una discapacidad tal como:

• Trastorno del espectro del autismo (TEA)
• Trastorno Grave de Conducta (TGC)

ORIENTACIONES METODOLÓGICAS PARA LOS AUMNOS NEAE 

En educación las recetas magistrales no existen, sin embargo, se han concretado algunas pautas que pueden ser de utilidad en la intervención con estos alumnos y alumnas. A continuación, comentamos algunas de estas orientaciones metodológicas.

• Se ha comprobado el valor del aprendizaje cooperativo como un modo de trabajo que mejora la adaptación y el rendimiento escolar tanto de alumnos con NEAE como el resto de la clase.
• Otro criterio a tener presente es la mediación en el aprendizaje, entendida como la prestación de ayudas didácticas para que el alumno sea capaz de resolver la actividad. Se trata de ayudas visuales, físicas o verbales que se irán suprimiendo a medida que se vayan cubriendo los objetivos propuestos.
• En la atención a las NEAE se insiste en la importancia del proceso frente al producto. La enseñanza de procesos, estrategias y habilidades resulta más eficaz que la adquisición de contenidos que tendrán una utilidad más limitada.
• Finalmente, otro aspecto de importancia es la motivación. A pesar de sus NEAE, a estos alumnos les mueven los mismos incentivos que al resto del alumnado. Por lo general tienen expectativas negativas de sus capacidades, por lo que, habrá que proponerles actividades que sean capaces de resolver solos para ir creando en ellos una percepción más ajustada sobre sus posibilidades y limitaciones.
• Por otra parte, la excesiva focalización en sus NEAE hace que no sean conscientes de sus habilidades y destrezas. Por eso, debemos proporcionar ocasiones para descubrir y demostrar sus habilidades partiendo de sus propios intereses para lograr una motivación y actitud positiva ante las actividades. En este sentido puede resultar motivador acercar la enseñanza a su entorno vital, al ámbito que más dominan y conocen, o ayudarles a descubrir la aplicabilidad de lo aprendido en la vida diaria. Esto posibilita el autorrefuerzo y la apertura de nuevos intereses.